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Un mallorquín y su novia salmantina se encuentran encarcelados en Senegal desde hace un mes por tráfico de drogas, ya que fueron sorprendidos con 3'5 kilos de cocaína en su equipaje. La pareja, Santiago y Virginia, realizó un viaje a Brasil con escala en Dakar, donde fueron detenidos a su regreso.

La familia de Santiago, de 35 años, declinó ayer hacer declaraciones al respecto, mientras que la madre de la joven salmantina, de 25 años, que vive un calvario desde que se enteró de la situación, señaló que «todo fue un engaño» a la chica por parte de su novio, quien tiene un «extenso historial delictivo».

Virginia y su madre vivieron en Mallorca entre 2004 y 2006. La madre regresó a Salamanca, pero la joven se quedó en la Isla, donde trabajó en una discoteca de Palma y como teleoperadora.

Los padres de Virginia, que están separados, han viajado a Senegal recientemente y pidieron ayer «ayuda urgente ante la situación de hacinamiento, desnutrición y falta de medidas sanitarias» en las que aseguran está sometida su hija. Los padres también consideran que el proceso va muy lento y solicitan ayuda a las distintas administraciones españolas.

La historia comenzó en los primeros meses del año cuando, según relataron, Virginia conoció al que luego sería su novio, Santiago, en Palma, y tras una relación de amistad pasaron a formalizar un noviazgo. Santiago nació en un pueblo de Cáceres pero ha vivido toda su vida en Mallorca.

En marzo, Virginia ya presentó a su novio en familia. «Es el primer novio que tiene y del cual estaba muy enamorada». El joven les habló del traspaso de un negocio familiar, motivo por el cual «manejaba bastante dinero», relató la madre y tras unos meses la pareja decidió «trasladarse a vivir a Salamanca».

Entonces, la joven fue la primera que se instaló en esa ciudad, ya que habían acordado que «al cabo de un mes y medio vendría él para buscar trabajo los dos e iniciar una vida en común», explicó la madre. «La sorpresa fue que a los dos días él apareció en casa a buscarla diciéndonos que la quería muchísimo, que estaba muy enamorado de ella y que no podía estar ahí un mes y pico sin ella», continuó. Así que él contó que «todas las cosas que tenía que solucionar en Palma ya las resolvería con posterioridad».

Virginia encontró trabajo en Salamanca, pero según contó su madre «este individuo convenció a mi hija para que no cogiese ese trabajo» argumentando que «en un año no iban a poder tener unas vacaciones», motivo por el cual le ofreció disfrutar de un viaje al extranjero juntos. La hija aceptó la invitación con el objetivo de buscar otro empleo a la vuelta e iniciar una vida en común.

El 17 de junio iniciaron su viaje a Brasil. «Marcharon vía Dakar, donde pasaron tres días, porque él alegó que le asustaban los vuelos de largos trayectos», dijo la madre. «Todo el viaje en sí fue un caos porque a mi hija le perdieron una maleta al ir para allá y le extraviaron otra maleta para acá».

En Brasil compraron una maleta que se perdió al llegar a Dakar. Para localizar esta maleta, donde apareció la droga, tuvieron que posponer la vuelta a España, y «en todo momento ella permaneció en el hotel y fue él siempre el que decía yo voy a buscarla», explicó la madre. Al tercer día, cuando la maleta apareció mientras Virginia esperaba a su novio con su maleta, «a las 9 de la noche llamaron a la puerta del hotel y apareció él esposado con tres policías, se metieron en la habitación de mi hija, revolvieron todo y detuvieron a mi hija».

«La bajaron a comisaría y le dijeron, 'esta maleta es tuya?...' se la abrieron y descubrieron un doble fondo donde estaban los 3'5 kilos de cocaína», relató la madre. «El estupor de mi hija fue tremendo, pues no sabía qué era eso», aseguró la madre, quien remarca que su hija jamás ha tenido ningún problema, «ni siquiera le han puesto una multa de tráfico», concluye.