Los bomberos consiguieron rescatar a la mujer de 84 años que se encontraba en silla de ruedas y que se había refugiado en la terraza. Foto: V. VASILEV

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S'Arenal de Llucmajor tuvo ayer uno de sus despertares más amargos. Un poco antes de las ocho de la mañana de ayer, un escape de gas incendió una vivienda en la calle Sant Cirstofol. En el piso, situado en un noveno, se encontraban un hombre de 41 años, su madre, de 84 años y su cuidadora, de 34. Al percatarse del fuego, las dos mujeres salieron a la terraza de la casa. El hombre, se refugió en el baño. Desde ahí avisó a los bomberos. Sin embargo, el fuego le cercó y le impidió salir. Para protegerse del humo, el hombre se metió en la bañera y se tapó con una toalla húmeda. Cuando los bomberos consiguieron llegar hasta él, había fallecido asfixiado.

Los Bombers de Mallorca recibieron el aviso del fuego diez minutos antes de las ocho. Hasta el lugar acudió una dotación de Palma, los más cercanos al lugar del incendio. Más tarde también llegaron efectivos de Llucmajor y Felanitx. Cuando llegaron, la puerta de la vivienda ya estaba en llamas. La mujer más joven consiguió ponerse a salvo saltando al balcón del piso de al lado. La madre del fallecido no pudo hacer lo mismo. Además de su edad, la mujer está en una silla de ruedas. Los bomberos tomaron todas las medidas necesarias para protegerla de las llamas, lograron llegar hasta ella a medida que apagaban el fuego y la sacaron del edificio. Ambas mujeres fueron trasladadas al hospital de Son Llátzer para ser atendidas por el humo respirado, aunque su estado no reviste peligro.

Según los bomberos, el fuego se originó a causa de un escape de gas. Ninguna de las bombonas que había en la casa llegó a explotar y los servicios de extinción las encontraron en buen estado. Lo más probable es que la válvula o la goma que se emplean para llevar el gas a los fogones se dilatasen a causa del calor. El escape hizo que se acumulara una bolsa de gas en la vivienda que al contacto con alguna chispa provocó una deflagración. Expertos de la Policía Nacional se trasladaron hasta el lugar para esclarecer lo ocurrido. En todo caso, los bomberos explican las explosiones oídas por los vecinos en que el calor reventase algún aerosol.

Hasta el lugar también se trasladaron el alcalde de Llucmajor, Joan Jaume, el concejal de Policía, Guillem Veny y técnicos municipales. El edificio no sufrió daños estructurales, dado que afectó al último piso, aunque varias bovedillas quedaron afectadas. Por eso ningún vecino más ha sido desalojado.