Los vecinos de la zona avisaron a las autoridades porque percibían olor a putrefacción desde esa vivienda, situada en el número once de la calle Samil. Una comisión judicial encabezada por el juez de guardia se desplazó en la tarde de ayer con los agentes hasta el lugar y encontraron el cadáver. Los bombers de Palma tuvieron que colaborar para poder sacar el cuerpo del niño.
La primera impresión de los investigadores es que se trata de un bebé recién nacido que lleva unos quince días fallecido. La autopsia tendrá que confirmar estos datos con precisión y también si el bebé nació muerto y fue abandonado o si fue asesinado nada más nacer. Las pesquisas iniciales hacen sospechar a los agentes de una ciudadana alemana de unos veinte años de edad. La joven habría alquilado hace unas semanas la vivienda junto a un grupo de amigas y se encontraba embarazada. La policía tiene prácticamente identificada a la joven, pero ha solicitado colaboración a las fuerzas de seguridad alemanas para continuar con las pesquisas. No ha sido el único cadáver encontrado en una vivienda de Palma en el día de ayer.
El juez de guardia tuvo también que levantar el cuerpo de un hombre de una vivienda de la plaza de es Mercadal. También en este caso fueron vecinos de la zona quienes alertaron ante el olor que provenía de la vivienda. En este caso todo apunta a que la causa de la muerte fue natural y que el cadáver lleva allí varias semanas.
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