TW
0

A sus 74 años, Pedro Belmonte García ha vuelto a nacer. El posadero de una finca de la barriada palmesana de Son Roqueta fue apaleado el lunes por cinco atracadores armados que asaltaron la posesión a plena luz del día, tal y como adelantó ayer Ultima Hora. «Además de la paliza, intentaron tirarme por un precipicio», confiesa aún asustado el septuagenario.

Han pasado cinco días desde el traumático lunes. Pedro lleva quince años trabajando en la finca de Son Fort, en la calle de Can Sbert, y a las tres de la tarde reparó en un coche -al parecer un R-19 de color plateado- que entraba en aquellos terrenos. «Se bajaron tres hombres y dos mujeres y me colocaron una pistola en la cabeza. Empezaron a registrar mi casa y encontraron 500 euros que tenía guardados. Me dieron una paliza terrible y me rompieron un dedo y el antebrazo derecho», cuenta el posadero.

Uno de los atracadores, que podrían ser sudamericanos, intentó lanzar a Pedro Belmonte por un precipicio de seis metros de altura, junto a la finca. «Una de las mujeres le gritó que me dejara, que ya tenían el dinero, y se marcharon. Lo pasé muy mal, aún sigo asustado». El rostro le quedó desfigurado por los golpes durante algunos días: «Ahora ya lo tengo mejor, pero estaba muy hinchado en un ojo, el pómulo, la nariz y la frente». Pedro espera que los agresores sean arrestados en breve: «Son muy violentos y espero que la policía los coja cuando antes mejor».