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Un menor de edad ha sido condenado por uno de los dos juzgados de Menores de Palma como autor de un delito de agresión sexual en grado de tentativa del que la víctima fue una mujer de 82 años de edad.

Los hechos ocurrieron en Palma el año pasado. La mujer sufrió una caída en plena calle. En ayuda suya acudieron numerosos vecinos, que avisaron a la policía y a una ambulancia. Sin embargo, un joven de quince años apareció y la acompañó hasta su vivienda, aparentemente con la intención de ayudarla. Una vez en la casa, el agresor cerró la puerta e intentó abusar de la víctima. En ese momento, alertados por lo extraño del caso, los policías que habían acudido en un primer momento para socorrer a la mujer irrumpieron en la vivienda. cuando entraron, los agentes encontraron a la víctima desnuda, mientras el menor trataba abusar de ella.

El acusado reconoció desde un primer momento los hechos, por lo que ayer no fue juzgado por la parte penal del caso. El único objeto de controversia en la sesión, celebrada en el edificio de sa Gerreria, fue la indemnización de los daños sufridos por la víctima. Cuando cometió los hechos el menor estaba bajo la tutela del Consell de Mallorca. De esta manera la institución insular es la responsable civil subsidiaria de los daños ocasionados por el acusado.

En el juicio se presentaron diversos informes forenses para aclarar el alcance de las secuelas sufridas por la víctima. Además de los daños físicos que le provocó la violencia del ataque, la víctima arrastra una serie de severos daños psicológicos consecuencia del intento de violación.

Cuando ocurrió la agresión, el menor tenía quince años de edad. Ahora tiene 16 y continúa ingresado en un centro de internamiento. De acuerdo con la Ley del Menor, la medida que le corresponderá dependerá del resultado de un examen psicológico que aún está pendiente de ejecutarse. En cualquier caso, según se puso de manifiesto en el juicio, el menor sufre algún tipo de trastorno psicológico que le lleva a desarrollar un comportamiento sexual agresivo y atípico. Por lo tanto, con probabilidad, la pena incorporará la obligación de seguir un tratamiento para evitar que se repitan comportamientos como el de la agresión a la mujer.