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Tres años y ocho meses por cada robo. El hombre acusado de atracar en dos ocasiones una gasolinera de la calle San Ignacio de Palma fue condenado ayer a un total de siete años y cuatro meses de prisión. El acusado admitió su culpabilidad de dos delitos de robo con intimidación y se conformó con la condena solicitada para él por la fiscal. El fallo tiene en cuenta los agravantes de reincidencia y de uso de disfraz y el atenuante de trastorno mental.

A finales del mes de enero de este año, el condenado irrumpió en dos ocasiones en la gasolinera armado con un cuchillo y con el rostro cubierto por una capucha. En los dos ataques, que se produjeron con dos días de diferencia, obtuvo un botín de 1.790 euros, la mayor parte del segundo golpe. El atracador vive a pocos metros del establecimiento que atracó, por lo que fue reconocido por el personal de la gasolinera. Así, poco tiempo después del segundo de los asaltos fue arrestado. El condenado ya ha cumplido una pena de prisión por un delito muy similar cometido hace unos años.

El motivo del robo puede estar relacionado con el consumo ocasional de droga por parte del condenado. Los exámenes psíquicos practicados demuestran que el hombre tiene sus capacidades mentales reducidas aunque sí fue consciente de lo que hacía cuando atracó la gasolinera.