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La madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, pidió ayer a la Justicia «que actúe como debería haber actuado desde el principio» con un delincuente como el «Rafita», uno de los cuatro jóvenes que en 2003 asesinó a su hija después de violarla, atropellarla y quemarla viva.

El «Rafita», que ahora tiene 21 años, fue detenido el sábado por su presunta implicación en un robo en una vivienda de Benalmádena (Málaga) mientras se encontraba en régimen de «libertad vigilada» por el crimen de Sandra Palo.

La madre de Sandra ha dicho que la detención del joven da la razón a todas las familias de víctimas de menores que llevan años diciendo que «esta clase de individuos no pueden salir a la calle ni reinsertarse».

La madre de Sandra Palo insistió en que es necesario cambiar la Ley del Menor «definitivamente» porque tiene «muchísimas lagunas» que «constantemente hay que parchear» y porque pese a haber sido retocada en varias ocasiones sigue sin dar buenos resultados. Además, criticó la medida de «libertad vigilada» porque «no existe ni creo en ella y a las pruebas me remito».

En cuanto a la reinserción, subrayó que ni los violadores, ni los pederastas ni los asesinos que cometen este tipo de brutalidades son reinsertables «porque son lo que son prácticamente desde que nacieron».

La madre de Sandra Palo pidió «responsabilidad» a Carmen Balzagón, la directora del centro de menores de Madrid en el que estuvo ingresado el «Rafita», y a la Fiscalía de Menores, «porque ahora está detenido y es un adulto que ha incumplido la libertad vigilada».