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JULIO BASTIDA El turismo conducido por Carlos Eriel Vanden Weghe, de 86 años de edad, sufrió una salida por el margen derecho, chocó contra un talud de piedra y acto seguido tras rebotar se salió por el margen izquierdo, chocó con una gran piedra y se precipitó por un barranco, de unos 25 metros.

Así se desprende de las primeras investigaciones realizadas por los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico que sucedió el trágico accidente que acabó con la vida de un hombre y dejó gravemente herida a su mujer.

El varón, es un vecino de Sóller, de nacionalidad Belga que circulaba con un Fiat Punto 75cv. por la carretera de Lluc a Sóller, y a la altura del acueducto, en sa Calobra, término municipal de Escorca, parece ser que se despistó y se salió de la calzada.

El otro ocupante del turismo era Yolanda Marie T. G., de 81 años de edad, y mujer del conductor.
Todo apunta a que el varón no llevaba puesto el cinturón de seguridad y que por este motivo sus lesiones fueron mortales. Su mujer, si utilizó el sistema de seguridad y consiguió salvar la vida.

El rescate de los cuerpos fue complicado y se prolongó durante varias horas debido a la enorme dificultad de acceso a la zona donde quedó el coche. Para ello tuvieron que intervenir el Grupo de Rescate de Montaña de los Bombers de Mallorca de los parques de Inca y Sóller, además del helicóptero del 112 y diversas ambulancias del 061.

La noticia del trágico accidente ha causado una gran conmoción en la zona.
Con esta víctima mortal ya son 32 las personas que han perdido la vida este año en las carreteras de Balears.