La policía detuvo a los dos acusados por la Fiscalía apenas dos semanas después de producirse los robos.

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La Fiscalía pide una condena de 66 años de cárcel para dos hombres que, en octubre del año pasado cometieron dos violentos atracos en viviendas de Palma.

El principal acusado es un ciudadano portugués de 23 años de edad. Para él, el fiscal Adrián Salazar pide 48 años de cárcel por ocho delitos: dos de allanamiento de morada, tres de detención ilegal y dos robos con intimidación y uso de armas. La pena para su compañero, de 27 años es de 18 años ya que sólo participó en uno de los dos asaltos y no estuvo presente cuando tuvo lugar la agresión sexual.

El primero de los hechos, según el relato del fiscal, tuvo lugar el pasado tres de octubre. A media tarde, el principal imputado entró en un edificio de la plaza Mediterráneo de Palma y subió hasta la cuarta planta. Allí, llamó a una puerta y cuando una mujer la abrió para ver quién era dio un fuerte golpe e irrumpió en la vivienda. Una vez dentro, amenazó a la ocupante con una pistola de fogueo que hizo ver que era real y amenazó: «Esto es un asalto, estate tranquila».

A continuación ató las manos de la víctima con cinta adhesiva y despertó al otro ocupante de la casa, al que también maniató. Entonces avisó a su compañero y ambos se hicieron con las tarjetas de crédito de la pareja y les amenazaron para que les dieran el número secreto. Además del dinero que obtuvieron del cajero -unos 300 euros- cogieron de la vivienda distintos aparatos electrónicos.

El segundo ataque tuvo lugar apenas cuatro días después y fue aún más violento, según el relato que realiza el ministerio público. El principal acusado contactó a través de una revista de contactos con una mujer que ejercía la prostitución en el paseo Marítimo. Haciéndose pasar por un cliente entró en la vivienda, amenazó a la mujer y la inmovilizó con unos grilletes. A continuación le exigió todo el dinero y las joyas que hubiera en la casa.