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Francia realizó ayer un servicio religioso para los familiares y amigos de las víctimas en la Catedral de Notre Dame en París el miércoles, mientras en Brasil el presidente interino, José Alencar, declaró tres días de luto. Los familiares y amigos llevaron hasta el altar una vela encendida, símbolo de los 228 desaparecidos. Una hora antes de que diera comienzo la ceremonia, numerosos curiosos se aproximaban a la catedral como muestra de solidaridad con los familiares de los que viajaban en el fatídico vuelo AF447.

El Elíseo y los edificios oficiales tienen la bandera a media asta y el presidente Sarkozy recibirá a las familias en los próximos días, probablemente el lunes 9 de junio. Mientras, el jefe de la Diplomacia francesa, Bernard Kouchner, viajará a Brasil para representar al Gobierno galo en las ceremonias de homenaje de las víctimas brasileñas del A330.

Aviones militares brasileños avistaron el miércoles más restos del avión de Air France que desapareció sobre el océano Atlántico con 228 personas a bordo, mientras investigadores advirtieron que la verdad detrás del desastre aéreo tal vez nunca se conocerá.

El primero de cinco barcos despachados por la Marina de Brasil llegó en la mañana al área. La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) informó que uno de sus aviones detectó otros cuatro puntos con restos del vuelo 447 de Air France a 90 kilómetros del avistamiento efectuado el martes y a unos 1.200 kilómetros al noreste de la ciudad costera de Recife.

El amplia área en que se ubicaron los restos, que incluyeron una gran pieza de 7 metros de diámetro y una mancha de aceite de 20 kilómetros de extensión, alejó más las esperanzas de que se encontraran sobrevivientes.

En la zona del avistaje de los restos, el océano tiene unos 2.500 a 3.000 metros de profundidad, lo que torna sumamente difícil recuperar objetos desde su lecho, según expertos y autoridades.

Francia anunció el envío de un minisubmarino que puede sumergirse hasta 6.000 metros de profundidad para tratar de localizar las cajas negras, que tienen datos del vuelo y grabaciones de voz vitales para ayudar esclarecer lo ocurrido con el moderno avión.

Paul Louis Arslanian, jefe de la agencia francesa de investigación de accidentes aéreos, dijo sin embargo que la investigación podría resultar frustrante.

«No puedo descartar la posibilidad de que podemos acabar con un informe relativamente insatisfactorio en términos de certezas», dijo Arslanian a periodistas en París. El primer informe de las investigaciones se espera para fin de mes.