El acusado de abusar de su hermanastra en Portals, escoltado por la Guardia Civil en el juzgado de guardia. Fotos: V. M.

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JAVIER JIMÉNEZ-VÍCTOR MALAGÓN

La Policía Local de Campos ha detenido a un hombre que supuestamente violó en repetidas ocasiones a su hija, que ahora tiene trece años.

El caso, según pudo saber ayer este periódico, se descubrió hace unos días, después de que la víctima le contara a una amiga el calvario por el que estaba pasando. La adolescente lo contó a su familia y al final la historia llegó a la Policía Local de Campos, que procedió a la detención del sospechoso. Se trata al parecer de un vecino del pueblo sin antecedentes policiales y que podría tener algunos problemas con el alcohol.

La menor fue sometida a una revisión ginecológica y después prestó declaración ante los investigadores. Los abusos sexuales se remontan a un tiempo atrás y se han sucedido en más de una ocasión. Ayer por la tarde estaba previsto que el acusado fuera puesto a disposición judicial en loz juzgados de Manacor.

Quien sí pasó a disposición judicial ayer por la mañana fue el hombre de 38 años acusado de violar durante cinco años a su hermanastra en Portals. El juez titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, Àlvaro Latorre, prohibió al imputado acercarse y comunicarse con la víctima. Además, le ha impuesto la obligación de personarse en los juzgados dos veces al mes, aunque no le ha retirado el pasaporte al entender que tiene suficiente arraigo en Mallorca pese a ser ecuatoriano.

Además de tomar declaración al detenido, el juez interrogó a la menor y al padre de éste, padrastro del detenido. La joven, que ahora tiene quince años, reiteró que desde que tenía ocho años y hasta los once, su hermanastro le realizaba tocamientos. A partir de entonces la forzó a mantener relaciones sexuales completas, según su testimonio.

El imputado niega haber cometido ningún abuso contra la menor y ratificó esta declaración ante el juez. El propio padre de la niña, que también fue interrogado en el juzgado de guardia, apoyó la versión del acusado. El padre explica que la denuncia de su hija es una venganza porque ahora conviva con la madre del imputado. Además de los interrogatorios, la Guardia Civil ha realizado exámenes físicos de la menor para confirmar o no los hechos.