Imagen de la sede principal de la empresa Tarpre, sita en la calle Sant Miquel de Palma. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JULIO BASTIDA

El Grupo de Delincuencia Económica del Cuerpo Nacional de Policía de Palma procedió el pasado miércoles a la detención del administrador de una asesoría financiera acusado de un presunto delito de estafa y falsificación documental.

La noticia ha causado una gran expectación y preocupación entre los numerosos clientes que tenía la financiera en Ciutat.

Al parecer, y según se desprende de la exhaustiva investigación realizada por la policía se trata de una presunta estafa en cadena y piramidal en toda regla.

Francisco Salvador T.R., de 48 años de edad, es el administrador general de Tarpre (Asesores Financieros), cuya sede principal está ubicada en la calle Sant Miquel y que cuenta con otra oficina en la calle Tous i Ferrer.

Hasta la fecha, los agentes encargados de la investigación del caso han contabilizado un total de ocho denuncias de clientes, siete de nacionalidad española y un alemán, que se han sentido estafados por la financiera y que han perdido gran parte de los ahorros de su vida.

El total del importe denunciado asciende a más de 130.000 euros.

Agentes de la Brigada de Delitos Económicos procedieron hace unos días al registro de las dos sedes, volcado de ordenadores y requisó documentación de la empresa. Francisco Salvador T.R., catalán de nacimiento y afincado en Mallorca desde hace varios años, se le contabilizan un total de 16 antecedentes por el mismo motivo; estafa y falsedad documental.

Según los investigadores, el 'modus operandi' de la estafa consistía en ganarse la confianza de los clientes potenciales, engatusarles y posteriormente animarles a invertir en negocios cuyos beneficios podían ascender en unos intereses que oscilaban, entre el 20% y el 100%, dependiendo del capital aportado.

En su mayoría los clientes afectados eran residentes en la Isla, familias de media edad y con algunos ahorros.

La primera denuncia se presentó el 6 de marzo, cuando una vecina de Palma denunció que había entregado 2.000 euros a la financiera Tarpre, (con el correspondiente contrato), esperando que pasado el tiempo estimado le fuesen devueltos con los correspondientes intereses. El asesor financiero como fianza había entregado a la víctima un pagaré con un valor de 4.000 euros en señal de aval. El mismo no disponía de fondos.

Días más tarde, un varón de nacionalidad alemana presentó una nueva denuncia de similares características. En esta ocasión al germano le habían estafado aproximadamente unos 33.000 euros. A partir de la segunda denuncia el resto de ellas se fueron sucediendo con rapidez hasta llegar a un total de ocho.

En personal de administración, secretaría y comerciales de la financiera también se han visto afectado en la supuesta estafa, dado que habían participado en el proyecto de su jefe.

Otro punto importante de la investigación ha sido la comprobación de la falsificación de nóminas, vidas laborales y otros documentos bancarios.