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JAVIER JIMÉNEZ

«Mi desespero es tan grande que no puedo quedarme con los brazos cruzados. Estoy acusado de asesinato y juro que yo no he matado a nadie. Ofrezco una recompensa de 3.000 euros a la persona que dé una prueba fiable de la paliza que le dieron a Laura en Son Banya el pasado 13 de septiembre». Hermenegildo Fernández Salvá, apodado 'El David', sigue negando que sea el asesino de su compañera sentimental, que falleció en un garaje de es Figueral tras recibir una lluvia de golpes. En declaraciones a Ultima Hora ofrece dinero para aclarar el caso. La Guardia Civil, sin embargo, tiene muy claro que fue él quien mató a Laura Gallego Negre.

«Este lunes pasado me sacaron de prisión y me llevaron al juzgado, donde escuché todos los golpes que tenía Laura por dentro. Es desgarrador e inhumano. Por fuera no tenía tanto. Un ojo morado y tres quemazos en la barriga. Yo no sería capaz nunca de quemar a nadie con un hierro al rojo vivo hasta dejarla en carne viva», sostiene Hermenegildo, consumidor habitual de 'crack' y ex convicto. La pareja malvivía en un garaje de la calle Can Barrera número 52, en es Figueral de Marratxí. En la noche del 13 al 14 de septiembre 'El David' pidió ayuda porque, según él, a su novia le habían dado una paliza en Son Banya y después había tenido un accidente de tráfico. Cuando la Policía Local y la Guardia Civil llegaron al garaje Laura llevaba horas muerta.

Ahora, desde prisión, Hermenegildo insiste en que «no soy un chico modélico, sé que en mi vida he tenido muchos problemas, pero no soy un asesino y mucho menos un psicópata».

«Para mí se pasaron tres pueblos, ya digo que por fuera no parecía que estaba tan grave, por eso no llamé a los servicios sanitarios. Sabía que ellos llamarían a la policía y yo sería el principal culpable», añade.

El encarcelado por el crimen de Laura va más allá y asegura que «yo sé casi con certeza quién fue y por qué», refiriéndose a la persona que supuestamente golpeó a su compañera cuando acudió al poblado gitano a comprar drogas. Ella y Hermenegildo habían colado billetes falsos en Son Banya y ese motivo, según el supuesto asesino, enfureció a algún vendedor de estupefacientes. Para el ex boxeador encarcelado, hay «unos sujetos que le han puesto nombre a mi cabeza, porque no quieren que pronuncie sus nombres». Las fuentes policiales consultadas coincidieron en que la credibilidad de Hermenegildo es «nula» y que durante el proceso que se instruye contra él ha cambiado de versión en distintas ocasiones. También aseguran que es frió y muy violento.