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G. PICÓ-F. BARRASA El temporal dio ayer una tregua que permitió empezar a paliar los daños causados y a realizar las primeras valoraciones, aunque para este fin de semana los servicios meteorológicos prevén nuevos episodios de fuertes vientos y lluvias intensas, sobre todo durante la próxima madrugada.

En Peguera (Calvià) y el Port d'Andratx se trabajó a marchas forzadas para retirar el combustible del barco encallado cerca de la playa de la Romana, y recuperar el máximo de embarcaciones afectadas.

A raíz de los importantes daños sufridos en el Port d'Andratx, y en otros puntos del término, el alcalde de Andratx, Xisco Femenías, indicó ayer que estudia con la máxima atención declarar el municipio como zona catastrófica, siempre que esta medida signifique un beneficio para los afectados. Femenías destacó que desde el mismo miércoles se están intentando evaluar los daños aunque será imposible ofrecer una cifra estimativa hasta dentro de unos días, y porque hay previsiones meteorológicas negativas.

La primera línea del Port d'Andratx era ayer por la mañana un hervidero de gente, entre perjudicados, vecinos y personas que se acercaron a ver las embarcaciones que habían chocado contra las rocas. Además, la presencia de una grúa de grandes dimensiones -200 toneladas de peso y 70 metros de altura-, para retirar tres veleros y un yate, centró la atención de todo tipo de personas. Muchas de ellas siguieron el 'rescate' de estos barcos desde las terrazas de los bares o restaurantes.

Dos veleros, de unos 14 metros de eslora cada uno, que quedaron en las rocas que hay junto a la playa, pudieron ser recuperados por la grúa, ya que al tener el casco de hierro sólo sufrieron golpes. Chris, el dueño de uno de ellos explicó: «El barco tiene 38 años y vale unos 150.000 euros, los daños que he sufrido creo que me costarán unos 10.000 euros, pero es pronto». Chris recibió la visita de los saqueadores y la pasada noche «me quedé durmiendo en el barco para vigilar que no me robaran otra vez».

Peor fortuna han tenido Nikky y Dougy, responsables de Marina Yachting, empresa titular de un yate de 13 metros, cuyo precio asciende a 750.000 euros, que se ha perdido por completo. La embarcación estaba semihundida frente al hotel Brismar.

Un agente del Puerto de Andratx calculó ayer que hay, como mínimo, 35 embarcaciones dañadas y más de la mitad son irrecuperables, «pero hay que esperar a que mejore el tiempo para ver cuántas faltan y las que hay hundidas».