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El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sancionó ayer con 1.500 euros al juez Rafael Tirado por no ordenar ejecutar la sentencia que condenaba por abusos a su hija al presunto asesino de la niña Mari Luz Cortés. La comisión disciplinaria del CGPJ ha impuesto -por tres votos a dos- dicha multa a Tirado por su actuación como magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla y por una falta grave. Los 1.500 euros son la mitad de la máxima prevista para las faltas graves.

Tras conocer esta decisión el padre de la niña, Juan José Cortés, se ha mostrado confiado en que se rectifique porque, a su juicio, «avergüenza a todos los jueces» y supone un «golpe a toda la sociedad española».

«Va a ser el Consejo que haya escrito la pagina más negra de la Justicia española. A lo último que nos queríamos agarrar en esta vida es a la justicia, y nos ha defraudado» añadió el padre de la niña.

El presunto autor de la muerte de la niña, Santiago del Valle, fue condenado en noviembre de 2002 por Tirado a dos años y nueve meses de prisión por abusar de su hija menor, lo que confirmó la Audiencia de Sevilla en diciembre de 2005.

La ejecutoria de esta sentencia estuvo paralizada durante más de dos años en el juzgado de Tirado. El instructor del expediente concluyó que el retraso al tramitar la causa se justificaba por la situación del juzgado, con una plantilla «muy justa» y gran carga de trabajo.

Para la Fiscalía los hechos constituían una falta muy grave de desatención y por ello propuso que el juez fuera sancionado con la suspensión por hasta tres años, el traslado forzoso o la expulsión de la carrera judicial.