Los directivos de SAS y Spanair no pueden disimular su preocupación por la delicada situación de la compañía.

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RUIZ COLLADO-AGENCIAS El grupo escandinavo SAS, propietario de Spanair, niega que vaya a cerrar la aerolínea con base en Palma por motivos de seguridad, ante el aumento del número de incidentes, tras el trágico siniestro del pasado 20 de agosto en Barajas.

«Desmentimos rotundamente estas informaciones, ya que el grupo SAS es absolutamente responsable con sus empresas filiales y seguirá actuando en esta línea», afirmó ayer a este diario el director para Inversores y Accionistas de SAS, Sture Stölen, ante los rumores que circularon ayer por Palma y el sector aeronáutico español de que SAS iba a cerrar Spanair por motivos de seguridad.

Asimismo, Spanair ha felicitado a la patronal de agencias de viajes Aviba «porque todas las agencias de Balears se han volcado en estos momentos con la compañía en cuanto a la venta de pasajes», indicaron ayer desde esta patronal.

Experto
El coordinador de CC OO de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) en Levante, Nacho Knör, aseguró que con una de las dos reservas activadas el avión de Spanair que sufrió el accidente en Barajas «no podría haber despegado», algo tan claro que calificó de «catecismo aeronáutico».

Este experto en navegación explicó que un avión que lleva la reserva activada no puede alcanzar la velocidad de despegue 'V1', ya que ocurriría algo similar, salvando las distancias, a si intentáramos arrancar un coche con el freno de mano echado. «Es imposible que un vehículo alcance los 120 kilómetros por hora con el freno de mano puesto», afirmó.

Sobre si el avión tenía la suficiente potencia para efectuar el despegue, Knör dejó claro que «la aeronave llevaba la velocidad correcta al despegar».
Asimismo, rechazó la idea de que el piloto apurara la pista porque con «una velocidad de 9 nudos en cola» es «normal» dicho comportamiento, mientras que si el viento fuera de frente aquel día, hubiese utilizado «menos pista».