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JULIO BASTIDA Eran poco más de las once de la noche del pasado domingo, cuando un amplio grupo de ciudadanos pusieron en conocimiento de la Jefatura Superior de la Policía Nacional que en las inmediaciones de la calle Manacor de Palma había un niño de corta edad que caminaba solo y desorientado por la calle.

Rápidamente agentes de la unidad de radio patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta la zona y consiguieron localizar al menor.
Los agentes pudieron comprobar 'in situ' que el niño, de cuatro años de edad aproximadamente, estaba caminando por el centro de la calzada y que los coches circulaban a escasos dos metros del menor. Algunos de los conductores y viandantes también alertaron a los servicios de emergencia.

Una vez a salvo y custodiado por la policía, el niño relató a los agentes que su padre lo tenía sin comer ni beber durante todo el día y que tenía hambre.

A unos metros de donde localizaron al menor, los agentes se percataron de que había un hombre tirado en la acera y con evidentes síntomas de embriaguez. El hombre, una vez identificado, responde al nombre de Fernando L.C. de 28 años de edad y de nacionalidad boliviana.

Al ser interrogado, el varón alegó a la policía que el niño estaba a su cargo sólo en un periodo vacacional ya que habitualmente el niño vivía con su madre fuera de España. El boliviano también argumentó que no tenía con quien dejar al niño. Los agentes procedieron a la detención del padre y se le imputa un delito de abandono de un menor. Una vez realizado el correspondiente informe, la policía se percató de que el varón se encontraba en situación ilegal en nuestro país, motivo por el que también se le imputaron nuevos cargos.

El niño fue entregado a un centro de menores donde permanecerá hasta que su madre se haga cargo de él.