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JULIO BASTIDA-GUILLEM MAS A las doce y media de ayer, Jaume Estelrich, el cartero de Cala d'Or, recibió una brutal paliza por el hecho de expresarse en mallorquín. El funcionario, ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil en la que relata la pesadilla que tuvo que sufrir. «Yo estaba repartiendo las cartas con normalidad y entré en un restaurante de la avenida Bélgica. Una vez allí dentro ya me di cuenta que había mal rollo. El encargado me dijo: 'Los funcionarios vivís muy bien, sois todos unos vagos'». «Yo cogí, me di media vuelta, y me fui por la calle peatonal hacia mi moto. Varios metros más tarde me percaté de que me estaba siguiendo el encargado del bar y me gritó: '¿Cómo te llamas?' (para presentar una queja contra mí en Correos). Al decirle que mi nombre era Jaume Estelrich, él me replicó: '¿Qué dices? He dicho que me hables en castellano'. Yo le repliqué, yo no tengo la culpa de llamarme Jaume Estelrich, éste es mi nombre», añade el cartero. A partir de ese momento y, según la denuncia presentada, comenzaron los insultos y descalificaciones. «De repente, el encargado, que debía de ser andaluz o de algún sitio de por allí, me propinó un puñetazo y yo también me defendí. Pero en cuestión de segundos vinieron dos camareros más del bar y entre los tres me dieron una brutal paliza», puntualiza Jaume. El cartero de Cala d'Or acudió al PAC de la localidad donde le curaron las heridas. Varios golpes, policontusiones y pinchazos (porque le tiraron encima de una planta de pinchos), son las consecuencias de una agresión que, según Jaume Estelrich; «es una vergüenza que por hablar en mallorquín me propinen una paliza. No sé en qué país vivimos».