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AGUSTÍN AGUILÓ La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a penas que suman 30 años de prisión, a cinco ecuatorianos que robaron una caja fuerte en una vivienda y amordazaron a su propietaria.

En el fallo de la sentencia queda probado que la chica de la limpieza de la casa y el encargado de cuidar al propietario, enfermo de cáncer, esperaron a la muerte de éste, para planear la sustracción de una caja fuerte de la vivienda, y agredir y amordazar a su dueña.

La joven, Evelyn Macas, ha sido castigada con ocho años de prisión y su novio, Cristian Pantoja, con diez años.
Para llevar a cabo el golpe, los dos empleados se sirvieron de la ayuda de tres compinches, que también han sido condenados. A uno de ellos el tribunal le ha impuesto ocho años de prisión y cuatro a los otros dos.

Los delitos cometidos por los cinco ecuatorianos son los de robo con violencia, allanamiento de morada y lesiones. A Evelyn y Cristian se les ha aplicado la agravante de abuso de confianza, de ahí que su condena sea superior.

El juicio se celebró en la propia Audiencia Provincial y quedó visto para sentencia la semana pasada.
Durante la vista, el ama de llaves utilizó el derecho a la última palabra para pedir perdón a su ex jefa.
Los hechos que han sido enjuiciados son los acontecidos durante el verano del año 2006, cuando los cinco procesados se concertaron para sustraer una caja fuerte del domicilio de la viuda de un conocido abogado de la Isla.

Dos de los ladrones eran la chica de limpieza y el cuidador del propietario enfermo terminal de la casa, aunque durante el golpe, éstos fingieron no conocer a sus secuaces, que habían irrumpido en la casa encapuchados y con ropa de tono oscuro.

En la vivienda, la víctima se encontraba con su 'empleada de la limpieza'.
Para llevar a cabo el asalto, los acusados golpearon a la propietaria con la culata de una pistola, y posteriormente la amordazaron.
Sustraída la caja fuerte de la casa mediante una carretilla, los asaltantes abandonaron el lugar y se dirigieron hasta Capdepera, donde procedieron a abrir la caja. Los ahora condenados se quedaron con unos 70.000 euros aproximadamente, y quemaron los documentos y escrituras que no necesitaban.

Debido a la violencia empleada por los asaltantes durante el robo, la víctima, de avanzada edad, sufrió diversas lesiones que precisaron asistencia médica.