Los equipos de emergencia, junto a las tres víctimas mortales, minutos después de producirse el accidente. Foto: VASIL VASILEV

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El Domingo de Resurrección se convirtió ayer en domingo de muerte. Tres mallorquines fallecieron y otra resultó con lesiones muy graves al estrellarse contra un árbol en la carretera de Esporles. Las víctimas se dirigían a esa localidad para visitar a un pariente enfermo.

El Peugeot 106 con placas de matrícula IB-0573-BX, iba conducido por Ramón Artigues Debán, de 79 años. A su lado se sentaba Antonia Mendoza Roca, de 67, y detrás Esperanza Perelló Torradell, también de avanzada edad, y Coloma Roca Barceló, de 75. Los dos pasajeros delanteros llevaban puesto el cinturón de seguridad.

A las cuatro de la tarde el turismo dejó la rotonda de s'Esglaieta y se adentró en la carretera de Esporles. Cuando el Peugeot pasaba la urbanización de ses Rotgetes aconteció el desastre: el coche se salió por el margen derecho de la calzada, en un tramo recto a la salida de una curva, y se estrelló contra un árbol.

Sobre la calzada no había frenada, lo que indica que el conductor no se dio cuenta a tiempo. El platero apenas se inmutó, pero el automóvil quedó destrozado en su parte delantera. Los cuatro ocupantes quedaron atrapados en el interior, tres de ellos ya agonizando o muertos y una cuarta mujer con un brazo amputado.

Cuando los equipos de emergencia llegaron sólo pudieron ayudar a esta última, Coloma Roca. Además de la amputación de la extremidad, presentaba una fractura de fémur y una ambulancia del Samib la evacuó en estado muy grave a Son Dureta. Por Ramón, Antonia y Esperanza no se pudo hacer nada, y sus cuerpos sin vida fueron sacados del coche por los bomberos del parque de Sóller y de Palma.

El 061, la Policía Local de Esporles y la Guardia Civil completaron el resto del operativo, que cortó provisionalmente aquel tramo de la carretera, mientras duraban las tareas de rescate de las víctimas. El Juzgado de Instrucción número 8, que ayer se encontraba en funciones de guardia, ordenó el levantamiento de los cadáveres. Se trata del peor accidente de tráfico en Mallorca de este año.