Los tres ocupantes sufrieron lesiones leves y el coche quedó destrozado.El deportivo fue retirado de la calle Cardenal Rossell por una grúa. Foto: VASIL VASILEVLas barreras caídas y las puertas metálicas dañadas.

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Más de un vecino de la barriada palmesana de es Coll den Rabassa se despertó ayer por la mañana antes de la hora prevista. El despertador inesperado fue el estruendo causado por un coche que sufrió un espectacular accidente, a la altura del número 80 de la calle Cardenal Rossell, poco después de las cinco y media de la mañana. El vehículo siniestrado, un deportivo Audi TT de color negro, quedó destrozado, aunque sus tres ocupantes tuvieron suerte ya que sólo sufrieron lesiones de carácter leve.

Al parecer, el vehículo circulaba en sentido a can Pastilla. El conductor, de 26 años de edad, perdió el control por causas desconocidas, atravesó el carril contrario, se subió a la acera, derribó tres vallas, impacto contra las barreras metálicas de dos comercios y después salió rebotado al centro de la calzada.

El estruendo alertó a un gran número de vecinos y a los clientes de un bar que está frente al lugar del siniestro. Varias de estas personas salieron a la calle para ayudar a los jóvenes accidentados. Uno de los vecinos comentó: «Parecía que había explotado una bomba, se escuchó un ruido increíble y no sabíamos qué había pasado, salimos a la calle y vimos el coche, a la velocidad a la que debía ir para quedar así, es una pasada, no sirve para nada».