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Entre 0'68 y 0'91. Esta fue la tasa de alcohol en aire espirado que arrojaron cuatro conductores que circulaban por Palma y acabaron siendo detenidos por la Policía Local. Es decir, una tasa unas tres veces superior a la permitida y por encima de 0'60, que después de la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial, puede suponer penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años.

Dos de los conductores detenidos estuvieron implicados en accidentes. Uno de ellos chocó contra el coche que le precedía frente al número 49 de la Calle Joan Miró. Este conductor, de 55 años, arrojó una tasa de 0'70 al soplar en el etilómetro portátil.

El otro conductor accidentado chocó contra un coche aparcado en la calle General Riera y llamó a la policía informando de lo ocurrido. Una patrulla que se desplazó al lugar vio que presentaba síntomas de haber bebido y le practicó la prueba de alcoholemia. El conductor, de 26 años, dio una tasa de 0'73, por lo que fue trasladado al cuartel de Sant Ferran.

Los otros dos conductores detenidos fueron interceptados mientras circulaban por la Ciudad. Un joven entró a gran velocidad en el Passeig Mallorca desde Avenida Argentina y justo después de la curva se encontró un control del alcoholemia. Al ver a la policía frenó y se le caló el coche. Los agentes le pidieron la documentación y le hicieron soplar. El resultado fue de 0'68 y el coche inmovilizado porque no presentó el seguro.