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La Audiencia Provincial celebró ayer la vista oral contra C.W., un hombre de nacionalidad china acusado de intentar arrojar a su mujer por el balcón de un segundo piso situado en Magaluf.

Durante la vista oral, la mujer exculpó de todo lo sucedido al marido, al que nunca quiso denunciar y con el que actualmente convive.
La supuesta agresión tuvo lugar el 5 de febrero de 2005 a mediodía. El acusado afirmó que estaban hablando acerca de unas cajas que se almacenaban en el balcón y que se produjo «un malentendido» acerca de dónde almacenarlas, por lo que comenzaron a discutir. Según él, la mujer se cayó sobre las cajas y él la ayudó a levantarse.

Cuando le tocó el turno de declarar a la víctima, su versión coincidió hasta en los más mínimos detalles con la de su marido.
La mujer explicó que se cayó «porque llevaba unos tacones demasiado altos» y que las lesiones que sufría en las muñecas se las produjo cuando su marido estaba ayudándola a levantarse, aunque también mencionó que podrían haberse producido «transportando algunas cajas».

También aseveró que nunca tuvo miedo de que su marido la arrojase por el balcón, y que incluso fue ella quien le agredió, porque «estaba muy nerviosa».
En el extremo contrario, los testigos aseguraron que el hombre pretendía levantarle las piernas por encima de la barandilla para hacerla caer, y que sólo desistió al escuchar los gritos de un grupo de personas desde la calle. Una mujer que trabaja como limpiadora recordó cómo la mujer le pedía auxilio desesperada, gritándole «¡ayuda, amiga!».