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Desde que se inició el operativo policial, al mediodía del pasado viernes, los accesos al poblado de Son Banya siguen cerrados, excepto para los residentes. Durante la noche del jueves y madrugada del viernes fueron centenares, quizás miles, las personas que se dirigían a algúno de los puntos de venta y tuvieron que volver atras. Muchos de ellos pensaron que quizás más tarde podrían pasar, por lo que se produjo una aglomeración de toxicómanos en la barriada de Son Ferriol. Como ya se informó en la edición de ayer, el operativo está previsto que concluya la medianoche de mañana, salvo imprevistos. Participan en el mismo efectivos de la Brigada de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía, desde agentes de la UPR, vehículos 'z' de Atención al Ciudadano y de los distintos distritos.

Un responsable del Cuerpo señaló ayer a este periódico que se trata de controles preventivos y selectivos «porque Son Banya tiene que ser como otra zona de Palma y la policía tiene que estar cuando sea necesario, lo mismo que cuando se llevan a cabo otro tipo de controles u operativos, del tipo 'Focus', se hacen sin mayores problemas, y en Son Banya actuaremos siempre que lo sonsideremos oportuno».

El citado mando añadió, con respecto al operativo, que «los policías paran a los conductores cuando se acercan a los controles. Si son residentes pasan sin problemas y, si no lo son, se les informa de que si quieren pasar se les va a registrar tanto a la entrada como a la salida. Y el resultado es que la inmensa mayoría de ellos, por no decir todos, han optado por darse la vuelta». El sábado de la semana pasada, a raíz de un resgistro en el poblado, cuando los efectivos policiales se retiraron fueron 'despedidos' con pedradas por parte de algunos residentes.