Los traficantes huyeron tras descargar la droga y dejaron 50 bidones de combustible. Foto: JOSEP MARIA SASTRE

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JAVIER JIMÉNEZ

Más que puerta de entrada del hachís, Mallorca parece últimamente un portón en el mar Mediterráneo para los narcotraficantes. Ayer se descubrió a otra planeadora que quedó embarrancada en la Colònia de Sant Pere cargada de hachís. Los implicados consiguieron descargar la droga, pero dejaron la lancha junto a medio centenar de bidones de gasolina. Se trata del tercer desembarco en cinco días.

El hallazgo de la planeadora, en una cala conocida como s'Estanyol, entre la Colònia de Sant Pere y la costa de Manacor, se llevó a cabo ayer por la mañana, de forma casual. Un extranjero que paseaba por la playa reparó en la embarcación, de más de doce metros de eslora y dotada de tres potentes motores.

El hombre alertó de la presencia de la planeadora y rápidamente se puso en marcha un gran dispositivo policial, coordinador por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor. Cuando los agentes llegaron se encontraron con que la lancha golpeaba contra las rocas y junto a ella, desperdigados en el mar, había decenas de bidones de color azul, cargados con gasolina.