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Minutos antes de las diez de la noche de ayer aterrizaba el avión que transportaba a los tripulantes españoles hasta la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde fueron recibidos con una fuerte ovación por sus familiares y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

En una breve rueda de prensa en el propio aeródromo, la vicepresidenta recibió a Rey, Muñoz y González con un «¡bienvenidos a casa!» y quiso hacer una mención especial «al gobierno de Chad y las autoridades judiciales por su buena disposición al entendimiento», que «han propiciado» el regreso a España de los detenidos. Del mismo modo expresó la «satisfacción del Gobierno por la resolución del conflicto y por tenerlos a todos en en casa».

Además, quiso resaltar su orgullo tras «comprobar una vez más que España y todos los españoles y su gobierno, empezando por su presidente, saben defender lo intereses de los ciudadanos con firmeza de manera respetuosa, dialogante y de forma cooperativa, con los atributos que deben regir las relaciones internacionales», concluyó. Por su parte, Sergi Muñoz, el menorquín copiloto del avión, visiblemente emocionado y feliz, explicó que «han sido quince días que han parecido quince años», y añadió que «la situación ha sido muy dura aunque como sabíamos que no habíamos hecho nada, y que éramos inocentes, pensamos que seríamos liberados tarde o temprano».

Entre el centenar de personas que esperaban la llegada de los tres españoles se encontraban familiares, amigos y las cuatro azafatas que fueron liberadas el pasado domingo. Los tres tripulantes se fundieron en multitud de abrazos y,, emocionados, reiteraron sus gracias a todos «porque sin vuestro apoyo lo habríamos pasado muy mal, sois todos grandes personas y lo habéis demostrado. Gracias a todos, de todo corazón». Con esta liberación termina la pesadilla vivida por la tripulación de la compañía aérea 'Girjet' detenida el pasado 25 de octubre, acusados de complicidad en el secuestro y tráfico de niños llevados a cabo por la ONG francesa 'El arca de Zoé', cuyos miembros continúan en el país africano a la espera de ser juzgados. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos declaró, desde la Cumbre Iberoamericana, que la resolución del caso demuestra que la «diplomacia callada» sí que «da resultados» y afirmó sentirse «muy orgulloso» por la manera en que la diplomacia española había resuelto el caso. Además, pidió que reflexionen y rectifiquen «aquellos que sin dejar tiempo a la gestión, juzgaron», en referencia a las declaraciones vertidas por el ex presidente José María Aznar que calificó la actuación del actual Ejecutivo de «lamentables».

Por su parte, el PP expresó su alegría por la decisión del juez chadiano y felicitó a las familias de los tres aviadores españoles.