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AGENCIAS-LISBOA
El director de la policía judicial portuguesa cesó ayer de manera fulminante al comisario Gonçalo Amaral, jefe de la investigación del 'caso Madeleine' y director del departamento de investigación criminal de la ciudad de Portimão, luego de que éste acusara a través de la prensa a la policía británica de favorecer al matrimonio McCann «investigando sólo lo que a la pareja le conviene» y «olvidando que ellos son sospechosos de la muerte de su hija».

El ministro de Justicia portugués, Alberto Costa, había desmentido horas antes la interpretación del comisario Amaral, asegurando que existe una «cooperación profunda y excelente» entre la policía judicial lusa y la policía británica.

Rumores
«La policía británica ha estado trabajando sólo sobre lo que el matrimonio McCann pretende y le conviene», había señalado ayer a 'Diario de Noticias' el comisario Amaral. Esas palabras surgían como respuesta a la información divulgada en varios diarios ingleses sobre un e-mail anónimo enviado a la web oficial de príncipe Carlos, en el que se acusa a una ex empleada del Ocean Club de haber raptado a una niña de cuatro años para vengarse de los administradores del complejo turístico por su despido.

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«Eso carece de credibilidad para la policía portuguesa», afirmó Amaral, quien acusó a sus homólogos ingleses de «investigar rumores trabajados por los McCann, olvidándose que el matrimonio es sospechoso de la muerte de su hija Madeleine».

El diario también indicaba que pocos días antes de que los McCann fuesen declarados sospechosos, un alto responsable de la policía judicial lusa dijo que «tras haber buscado pendencia con los medios de comunicación británicos, parece que ahora estamos buscando otra con la policía inglesa».

Mientras, la policía portuguesa sigue confiando en los medios tradicionales y, en colaboración con las fuerzas de seguridad españolas, se afana en encontrar el cuerpo de Madeleine en Huelva, provincia donde creen que se puede encontrar tras el viaje de los McCann que levantó bastantes sospechas. Según las investigaciones, en esas fechas el cuerpo de la niña podía haber sido trasladado a algún lugar en las proximidades de la capital onubense, o que ya estuviese allí y los padres fueran a comprobar que el lugar donde había sido escondida seguía sin novedades, informaba ayer 'Correio da Manha'