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M.NADAL/M.MEDRANO «Hace ocho años que soy directora del colegio público de Mancor y nunca me había encontrado con una situación semejante; no obstante, después de lo ocurrido hemos trasladado los bidones de detergente del comedor a un espacio cerrado con llave debajo de la escalera del centro». Estas fueron las declaraciones de ayer de la directora del colegio Montaura de Mancor, Rosa Gelabert, después que un bebé de 18 meses ingiriese sosa cáustica durante el horario de comedor, tal y como adelantó en su edición de ayer.

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Gelabert explicó los hechos: «El niño es un usuario del comedor de la escuela infantil, pero por falta de espacio se trasladan a las dependencias del colegio público para comer. Siempre se han tenido todos los detergentes debajo del fregadero porque son unos bidones de 25 litros que los pequeños no pueden abrir. El problema vino porque las monitoras utilizan un vaso como medida para verter el detergente; en este vaso quedaban unas pocas gotas de detergente, que fueron las que ingirió el pequeño».

La directora del centro recuerda que «enseguida que nos percatamos que el pequeño pudo ingerir unas gotas de detergente llamamos a la UVI y vino el médico, que decidió trasladarlo a Son Dureta en seguida».

El director general de Planificació i Centres del Govern, Miquel Martorell, explicó en referencia a este suceso que las competencias del mantenimiento de los centros educativos corresponden a los ayuntamientos. Por su parte, ni el alcalde de la localidad, Bernardí Coll, ni las trabajadoras de la escuela infantil, quisieron hacer ninguna declaración al respecto.

A pesar de los hechos ocurridos el pasado lunes, las madres acompañaron a sus hijos ayer a la escuela infantil con total normalidad. La abuela de una pequeña explicó ayer, mientras fue a recoger a su nieta a la escuela infantil, que «el mayor problema es que los pequeños que quedan a comer se tienen que desplazar de la escoleta al colegio. Creo que las monitoras hacen bien su trabajo y quizá el accidente se ha debido a una falta de coordinación durante el primer día en que se puso en funcionamiento el servicio de comedor. De todas maneras, a las 12.30 horas es cuando queda menos personal para atender a los pequeños».