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AGENCIAS-LONDRES
Sea por la mala prensa o por agotamiento, la portavoz de los McCann desde julio pasado, Justine McGuinness, no renovó su compromiso. El matrimonio ha intentado contratar a Phil Hall, ex director del tabloide dominical 'News of The World', uno de los relaciones públicas que les asesoran, pero éste ha declinado el papel de portavoz. Al final se han inclinado por Clarence Mitchell, ex periodista de la BBC y funcionario del Gobierno británico que les asesoró en los momentos más álgidos de su campaña. Mitchell dejará su empleo como director de la Unidad de Seguimiento de Medios, el departamento que rastrea los medios de comunicación de todo el mundo para recolectar las informaciones que puedan interesar en el 10 de Downing Street.

Con la contratación de Mitchell los padres de Madeleine intentan reorientar la campaña «para encontrar a su hija». Mitchell, que dice haber hecho amistad personal con los McCann, es visto por los portugueses como un auténtico submarino amarillo del Gobierno británico y como el cerebro de la campaña, que ya estaba en marcha cuando él llegó pero subió de tono.

Campaña mediática
En una comparecencia pública en el jardín de la casa familiar, Clarence Mitchell pidió ayer que el centro de la investigación de la policía portuguesa vuelva a ser la búsqueda de la pequeña Madeleine, y aseguró que Gerry y Kate McCann -en ese momento junto a él, cogidos de la mano ante las cámaras- «creen firmemente que puede estar todavía viva».

«El núcleo de la cuestión debe trasladarse ahora desde las especulaciones desenfrenadas, infundadas e incorrectas de los últimos días a volver a la niña que se encuentra en el centro de esto», aseguró Mitchell.

Según el nuevo portavoz oficial de los McCann -que afirma no ser pagado por ello sino por uno de los generosos donantes que les ayudan-, la tarea es «simplemente encontrarla».

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«Kate y Gerry piden de nuevo a todo el mundo que mantenga los ojos abiertos, ya que creen que puede estar todavía viva», agregó. El actual portavoz de los McCann fue enviado por el Gobierno británico a Portugal antes del verano para asesorar a los padres de lo que entonces era todavía el caso de una menor presuntamente secuestrada.

Mitchell explicó ayer a los periodistas que dimitió de su puesto en el Ejecutivo británico porque «sentía fuertemente» que la pareja es «víctima inocente de un crimen atroz».

Los padres de la pequeña Madeleine son considerados sospechosos de la desaparición y posible muerte de la niña, que fue vista por última vez cuando dormía junto a sus hermanos menores en la habitación de un hotel, el pasado 3 de mayo.

Según su portavoz, «durante este tiempo, no he visto ni he oído nada que me dé motivos para cualquier preocupación o sospecha, y sugerir que ellos de alguna manera hicieron daño a Madeleine, accidentalmente o de otra manera, es absurdo», afirmó.

Mientras tanto, la policía portuguesa puede interrogar al matrimonio por escrito a través de la policía británica, según decisión del juez instructor.