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AGENCIAS Los padres de Madeleine McCann, desaparecida en Portugal hace cuatro meses, se han puesto en contacto con el abogado Michael Caplan, reconocido por su actuación en el caso Pinochet después de lograr evitar la extradición del dictador desde Reino Unido. Y es que, aunque los McCann son sospechosos, dependerá de la Fiscalía la realización de más interrogatorios o incluso una posible imputación. Entre tanto, los servicios sociales británicos analizan las consecuencias de esa situación, especialmente en relación con los hijos gemelos del matrimonio.

Kate y Gerry McCann han pasado de recurrir a personalidades públicas para llamar la atención sobre la desaparición de su hija a consultar a abogados que les faciliten su situación legal, después de que la policía portuguesa les colgase el cártel de «sospechosos» el viernes y de forma previa a que la Fiscalía determine si les requiere de nuevo para más interrogatorios o les imputa algún cargo en la desaparición.

Así, y según informaciones del diario 'Daily Mail', el matrimonio consultó a Michael Caplan, letrado de reconocido prestigio y defensor del dictador Pinochet ante la petición de extradición interpuesta sobre él por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Caplan consiguió evitar su traslado en base a la delicada situación de salud del ex dirigente argentino.

La noticia se dio a conocer poco después de otra: que un fiscal portugués tomará las próximas decisiones sobre el caso.
Desde considerar poco sólidos los indicios en su contra o pedir nuevas investigaciones hasta llamarlos otra vez a declarar o presentarlos ante el juez, el fiscal Joao Cunha de Magalhaes tiene en sus manos el futuro de los padres de Madeleine, Kate y Jerry McCann.

Como procurador del caso, estará también facultado para pedir al juez medidas de control más severas, incluida la prisión provisional, para los McCann, ahora sólo obligados a comunicar ausencias superiores a cinco días de su domicilio.

El jurista, que aunque tiene 57 años y 30 de carrera profesional no ha tenido relevancia en los medios de comunicación, deberá también pronunciarse sobre la situación del británico residente en Portugal Robert Murat, el tercer sospechoso en el caso.