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La Audiencia de Palma condenó ayer al súbdito alemán Ulf Spitzer a varias penas leves de arresto y prisión menor por su protagonismo en un negocio ilegal de venta de yates de lujo robados en los años 90 en puertos deportivos de Balears, la Costa Brava y Alemania.

Spitzer, que no ingresará en la cárcel por la presente condena al haber estado en prisión preventiva durante once meses a causa de la misma investigación, fue juzgado ayer conforme al Código Penal vigente hasta 1995, por lo que le corresponden penas inferiores a las que hubiera debido enfrentar con delitos similares en los últimos años.

La Sección Primera de la Audiencia tenía señalado ayer juicio contra siete personas -seis alemanes y un español-, acusados de establecer entre 1990 y 1995 un negocio ilegal de venta de yates de lujo robados mediante la puesta en marcha de una red estable dirigida a la sustracción de lanchas motoras intrabordas de recreo en puertos deportivos del norte de Alemania, la Costa Brava, Eivissa y Mallorca.

Como quiera que varios de los acusados ya habían sido juzgados por estos hechos en Alemania y en España, y que dos de ellos son prófugos de la Justicia, únicamente Spitzer compareció ayer ante los magistrados y mostró su conformidad con las penas de arresto mayor y prisión menor que totalizan 17 meses y ya no requieren su cumplimiento.

Varios de los perjudicados por los robos y alguna de las compañías de seguros que cubrían los incidentes de las embarcaciones habían renunciado a las acciones que pudieran corresponderles en el procedimiento.