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MICHELS/G. PICÓ Magaluf. Seis de la mañana de ayer. Después de una noche de juerga y alcohol, un grupo de turistas polacos tiene una refriega con clientes y los encargados de seguridad de un local, junto a la Avenida Magaluf. Vigilantes de otros establecimientos acuden a auxiliar a éstos y la situación se va calentando. De las palabras se pasa a los hechos y empieza una lluvia de golpes, aparecen navajas, palos, patas de cabra y empiezan a volar vasos, botellas y sillas.

La Policía Local de Calvià y la Guardia Civil de Palmanova son informadas de la pelea multitudinaria y desplazan varias unidades al lugar. El grupo de jóvenes polacos implicado en la pelea, entre 10 y 15 personas, huye corriendo y se dispersa por las calles adyacentes: Galeón, Cala Blanca, Avenida de las Palmeras y Punta Ballena, entre otras.

Varios agentes se concentran en la calle Galeón y se entrevistan con testigos para aclarar los incidentes. Mientras tanto, otros policías inician la persecución de los sospechosos y finalmente arrestan a cuatro de ellos en las inmediaciones, los cuales tenían la ropa manchada de sangre, lesiones en la cara y diversas partes del cuerpo, e incluso alguno cojeaba a causa de los golpes recibidos.

Los cuatro individuos detenidos son introducidos en los furgones policiales, reciben asistencia sanitaria y son trasladados a las calabozos de la Policía Local de Calvià, en el Polígono de Son Bugadelles, para ser identificados y prestar declaración acerca de lo ocurrido. Uno de los sospechosos interceptados forcejeó con los agentes y rasgó el chaleco de uno de ellos con una navaja.