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JAVIER JIMÉNEZ Bullama B., otro jefe de obra de la construcción de Porreres donde un obrero ilegal quedó en coma, ha sido detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor. Se trata del segundo responsable arrestado en las últimas horas, después de que se descubriera que había una trama para contratar a magrebíes sin papeles a los que asignaban NIEs de familiares o amigos.

Karim G., que junto a Bullama era el responsable de la obra, quedó en libertad después de comprobarse que estaba implicado en la contratación ilegal de compatriotas. Tal y como adelantó este periódico, la detención de Karim fue sólo la primera fase de la operación y el viernes los agentes procedieron a la captura del segundo implicado, que presumiblemente también quedará libre.

El accidente laboral ocurrió en junio y la víctima, de nombre Amime El Razodi, cayó desde siete metros de altura. Los andamios le golpearon violentamente la cabeza y el extranjero quedó en estado de coma. Fue ingresado en estado muy grave en Son Dureta y, afortunadamente, su estado mejoró de forma sustancial. En la actualidad, tres meses después del accidente, ya tiene el alta, pero todavía no puede trabajar a consecuencia de las secuelas que le quedaron tras la caída.

A raíz del accidente laboral en la obra de Porreres la Policía Judicial desarrolló una discreta pero efectiva tarea de investigación, que permitió descubrir que Bullama y Karim, los dos detenidos, se habían asociado como autónomos para montar una constructora y que, supuestamente, empleaban a ilegales marroquíes. Para que no fueran detectados por la Administración o en alguna inspección inesperada les asignaban un NIE de un familiar «legal» o de un compatriota residente.

Los investigadores también han descubierto que los sueldos que recibían los obreros sin papeles eran ridículos. Oficialmente podían llegar a ganar 60 euros por día, pero en realidad su patrón se quedaba con 45 y les dejaba 15. Los estafados, como estaban ilegales, no podían denunciar.