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EFE-LONDRES Dos adolescentes fueron detenidos ayer bajo sospecha de haber matado de un disparo a un niño de once años mientras jugaba al fútbol en Liverpool. Rhys Jones murió el miércoles por la noche al recibir el impacto de una bala en el cuello cuando disputaba un partido de fútbol con varios amigos en el aparcamiento de un pub.


Según la Policía, el niño fue tiroteado por un adolescente encapuchado que iba en bicicleta por la zona. Los dos sospechosos, de 18 y 14 años y cuyas identidades no se han divulgado, fueron interrogados ayer en dependencias policiales. «Este es un crimen horroroso, sin sentido, y la comunidad tiene la pista para resolverlo rápidamente», subrayó el comisario jefe de la Policía de Merseyside, Bernard Hogan-HoweHogan-Howe, al insistir en que «alguien ahí fuera» conoce la identidad del asesino.

Un testigo, que no se ha identificado pero que se encontraba en el pub cercano al aparcamiento en el que jugaba el pequeño Jones, ha asegurado que un joven encapuchado de unos 14 ó 15 años fue el autor de los disparos.

Según su versión, el agresor disparó tres tiros desde una distancia de treinta metros, uno de los cuales no dio en el blanco, en tanto que un segundo impactó en un automóvil y un tercero alcanzó a Jones.