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Starling Martínez, la pequeña de año y medio que estaba en situación crítica desde el pasado martes en que su padre le disparó en la cabeza, murió en la madrugada de ayer en el hospital 12 de Octubre de Madrid, segin fuentes del centro sanitario.

Los médicos no pudieron intervenirla quirúrgicamente desde su ingreso dada la extrema gravedad de las lesiones que padecía.
La madre, que ha decidido donar los órganos de la pequeña, aseguró tras el deceso que el padre «fue directamente a por la niña».
Más de dos centenares de vecinos y varios representantes del Ayuntamiento madrileño de Torrejón de Ardoz, la localidad donde tuvo lugar la agresión y el posterior suicidio del agresor, guardaron ayer tres minutos de silencio frente a las puertas del consistorio para condenar la muerte de Starling.

Durante la concentración, el alcalde en funciones, José Luis Navarro, envió sus condolencias a los familiares de la pequeña y declaró que la niña «ha sido víctima de un atentado de violencia de género».

Navarro instó a los ciudadanos a «no callarse ni permanecer pasivos» ante cualquier indicio de violencia que observen y exigió a las administraciones públicas «medidas urgentes, serias, eficaces y efectivas» para la prevención de este tipo de sucesos.

Desde el propio Ayuntamiento, afirmó, «se intensificará a partir de ahora la labor con los medios que tiene a su alcance para atajar estas situaciones».

El trágico suceso se produjo sobre las cinco de la tarde del pasado martes en el Parque de Ocio de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde la pequeña se encontraba con sus padres, la española Yolanda M. y el dominicano de origen Roberto M.

Tras una discusión entre los adultos -que ya no convivían pero mantenían contacto-, el hombre sacó una pistola y disparo a la niña en la nuca.
La declaración de la madre ante los agentes que se encargan del caso ha despejado la duda de si el homicida intentó tirotear a la mujer o a la pequeña. La menor estaba tumbada en el césped del parque entre los dos adultos, cuando el agresor le descerrajó el tiro, según fuentes de la investigación del caso.

La mujer cogió a la niña malherida en brazos y salió corriendo en busca de ayuda, que obtuvo de una patrulla de la Policía Nacional que se hallaba en las proximidades, mientras el hombre se quitó la vida disparándose en la sien.

El arma utilizada en la agresión era una pistola de fogueo del calibre 8 milímetros. El homicida la modificó para que disparara balas del calibre 6'35, según las citadas fuentes que se ocupan del esclarecimiento del caso. La pistola se hallza en los laboratorios de balística de la policía para su estudio.

El padre de la pequeña, de 29 años, originario de la República Dominicana y nacionalizado español, tenía desde mayo pasado una orden judicial de alejamiento de la madre de la niña que, según señalaron a la agencia Efe varios conocidos de la pareja, ambos incumplían.