TW
0

EMILIO LÓPEZ VERDÚ
El juzgado de lo Penal número 2 condenó ayer a una mujer por obligar a mendigar a tres menores de edad en Palma. Se da la circunstancia de que su marido ya fue condenado por este mismo delito hace varios años, aunque su pena fue sustituida por la expulsión de España.

Los hechos por los que fueron denunciados sucedieron el 10 de mayo de 2005. Los menores, que tenían en torno a los 13 años de edad, pedían dinero a los transeúntes en la plaza Cardenal Reig de Palma. La voz de alarma la dio el propietario de una heladería, ya que los menores entraban en el comercio y molestaban a los clientes. Los niños llevaban consigo pasquines con información de asociaciones de sordomudos, un recurso habitualmente empleado en este tipo de actividades. Con este pretexto abordaban a los clientes con gestos y les pedían pequeñas limosnas.

El testigo alertó a la policía. Los investigadores preguntaron a los menores, quienes les condujeron a la acusada, descubriendo que su marido ya había sido condenado por este delito. Una de las víctimas era el propio hijo de la acusada, llamada Claudente M., mientras que los otros dos eran sus propios sobrinos. La acusada, que se encargaba de cuidarles, se aprovechó del hecho de que los padres residían en Barcelona para dedicarlos a la mendicidad.