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A las tres y media de la madrugada una llamada de teléfono despertó a la encargada de una óptica de la calle Balmes. El motivo: dos o más personas habían reventado con una maza una de las lunas de seguridad para robar las gafas que estaban expuestas. El valor del cristal fracturado y el género que se llevaron los ladrones asciende a unos 10.000 euros, según indicó la perjudicada.

Un vecino llamó a la policía al despertarse a causa del ruido de los mazazos y aseguró que, al menos, vio a dos ladrones. Los agentes dieron una batida y detuvieron a uno de los sospechosos, menor de edad, pero su compañero o compañeros, que llevaban el botín, desaparecieron.

La perjudicada, a quien es la tercera vez que roban, afirmó que en los últimos días varios comercios vecinos, en el tramo entre la Plaza Fleming y la calle Eusebi Estada, también han sido 'visitados' por los ladrones durante la noche. Además, se han producido daños en el mobiliario urbano y vehículos.

Ante esta situación, tanto la perjudicada como varios comerciantes y vecinos reclaman más presencia policial.