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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Una familia que vive en una casa de Palma desde hace 24 años deberá desalojarla hoy mismo, a pesar de que ha venido pagando el alquiler puntualmente hasta este mismo mes. Los inquilinos se encuentran en una situación legal extremadamente confusa, puesto que hoy estaba señalado el juicio en el que debían aclarar su situación. «Hace unas semanas nuestra abogada nos dijo que el caso estaba ganado, que no nos podían echar de ninguna manera; de repente nos llamó el miércoles y nos comentó que todo se cancelaba y que entregásemos el lunes la llave de la casa», explica Victoria. Esta mujer comparte la vivienda, en el número 17 del Passatge de Can Curt, junto con sus dos hijos de 15 y 12 años y su padre Tomás, de 74 años. A lo largo de los últimos días la familia ha comenzado a retirar muebles y a regalarlos entre amigos y familiares. En la habitación de los niños, las camas y los muebles han dejado el lugar a un amontonamiento de juguetes y trapos sucios. El patio trasero se ha convertido en un desorden de vigas y trastos tirados por el suelo. En uno de los rincones aún se puede observar el material de boxeo con el que practicaba Tomás, un albañil retirado que cobra una pensión de 500 euros mensuales.