La agresión tuvo lugar sobre las tres y media de la mañana en la calle, en frente del bar «Montemar», en la avenida Es Canar, después de que entre el agresor y la víctima se iniciara una discusión en el interior del establecimiento. Según las informaciones recogidas por este periódico, Juan Carlos y Jesús se conocían puesto que ambos son vecinos. Las mismas informaciones apuntan a que la discusión pudo ser consecuencia de rencillas existentes entre ellos. Los amigos del fallecido trasladaron al aún herido al centro de salud de Santa Eulària, donde el chico, de 26 años, murió a consecuencia de las tres heridas con arma blanca, una de ellas en el corazón, herida que provocó que Juan Carlos muriera desangrado. Fueron estos testigos quienes facilitaron a la Guardia Civil del puesto de Santa Eulària y a la Policía local de la misma localidad los datos del presunto agresor. Cuando los agentes llegaron a su casa encontraron un reguero de sangre y al joven en el interior manchado de sangre.
Sin embargo, el supuesto agresor no facilitó a los agentes su detención, sino que amenazó de muerte a uno de los policías municipales, agredió a otros compañeros y causó importantes daños tanto en el interior como en el exterior de uno de los vehículos policiales, del que desencajó una puerta, algo que no le fue difícil dada su estatura (1,90) y su corpulencia.
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