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E.L.V.
Un hombre fue juzgado ayer por atropellar a un amigo con el que acababa de jugar una partida de 'chinos' en Palma tras una tarde de copas. José Francisco P.S.N., que se enfrenta a una petición de siete años de cárcel, explicó ayer que conocía al acusado desde hacía varios meses y que tenían una relación «tirante», aunque iban con frecuencia de copas. El 6 de junio de 2006 se fueron al bar de un amigo y estuvieron un rato bebiendo y jugando. «Empezamos con cervezas, pero hay un momento en que el estómago te dice basta y entonces te pasas a los pelotazos de whisky», comentó. En el transcurso de la partida víctima y acusado discutieron hasta que este último se marchó, enfadado, a otro bar vecino. El dueño de este bar explicó ayer que al ver entrar al acusado ya se temía que «algo iba a pasar», por lo que le advirtió que sólo le serviría una copa. Tras pedirla, el hombre se marchó a unos ventanales. Desde allí observó con atención de la calle y cambió su coche varias veces de sitio. El dueño, muy alertado, se fue a la cocina y telefoneó a la policía, aunque al regresar observó por las ventanas cómo pasaba a toda velocidad el Ford Fiesta rojo del acusado. «Escuché un castañazo y me fui hacia allí», dijo el dueño del bar.

Según varios testigos, lo que sucedió en esos instantes fue que el acusado vio a la víctima y se dirigió a toda velocidad hacia él. En una primera acometida, alcanzó a la víctima en una pierna y la estampó contra una furgoneta. Después dio marcha atrás y lo intentó de nuevo, aunque el herido ya había conseguido refugiarse entre dos coches. Uno de los testigos aseguró que «no sé si iba a matarlo o a hacerle daño, pero sé que fue a por él».