El BMW que pilotaba el hombre que murió en la autopista de Llucmajor quedó partido en dos a consecuencia de la brutal colisión.

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Ni un fin de semana de tregua. Ayer se prolongó la sangría en las carreteras de Mallorca con un conductor fallecido y un ocupante de un coche muerto a causa de dos accidentes en las autopistas de Llucmajor y de Inca.

A las 8.25 horas de la mañana el BMW 320 que pilotaba David Gisbert Monlloc, de 35 años, perdió el control a la altura de la salida 13 de la autopista Palma-Llucmajor, a la altura del desvío de Cala Blava. El deportivo, que circulaba a una velocidad muy elevada, se salió de la calzada por el margen derecho y chocó contra el poste de un panel informativo. La colisión fue tan brutal que el coche quedó partido en dos mitades. El centro de emergencias del 112 puso en marcha en dispositivo de alerta y cuando los médicos del 061 llegaron a ese punto kilométrico el conductor ya había fallecido. El siniestro provocó retenciones de consideración y la Guardia Civil de Tráfico cree que el exceso de velocidad fue la causa del accidente. Grúas Simonet trasladó los restos del BMW 7999 DWP a su taller de la carretera vieja de Sineu.

Una hora antes, en autopista Palma-Inca, se registró otro accidente muy grave, en concreto en el desvío hacia Santa Maria. Un coche ocupado por tres jóvenes volcó y los dos que ocupaban los asientos delanteros salieron prácticamente ilesos porque llevaban el cinturón de seguridad. El tercero, que iba dormido detrás, sin cinturón, salió despedido y sufrió una lesión craneal crítica. Una UVI del 061 lo evacuó hasta el hospital de Son Dureta, donde se confirmó que sufría muerte cerebral. Horas después Luis Medina Brunet, de 23, fallecía. A las once de la mañana los bomberos acudieron a la urbanización de Palmanyola, donde tres mujeres habían quedado atrapadas tras una violenta colisión en la confluencia de las calles Violetes y Nards.