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JOSEP MARIA SASTRE
El cadáver de Jurg Knichk Embert, ciudadano alemán residente en el término municipal de Capdepera, fue localizado ayer tarde en el fondo del agua, junto al pantalán del puerto de Cala Rajada. El cuerpo fue visto por los tripulantes de un velero que acababa de atracar en el lugar pero, para mayor seguridad y evitar un error y que se pudiera tratar de un muñeco, uno de ellos se sumergió en el agua con una careta de buceo. Al confirmar el dato se dio aviso a la Policía Local de Capdepera que se desplazó al lugar. Horas antes, por la mañana, una mujer alemana se había personado en las dependencias policiales para denunciar la desaparición de su esposo, que la noche antes había salido de fiesta para celebrar su cumpleaños. La mujer dio una descripción física de su esposo y detalló la ropa que vestía cuando se marchó de casa. Todos estos datos coincidían con la persona hallada en el fondo del agua. También, los policías locales recogieron las declaraciones de un pescador, el cual dijo que se había encontrado con el alemán en el puerto, sobre las seis de la mañana. El pescador añadió que le dio la impresión de que el hombre se encontraba «muy bebido» y que, entre otras cosas, le había pedido que le diera uno de los pulpos que acababa de pescar. El hallazgo se efectuó sobre las tres y media de la tarde y poco después se personó en el lugar la juez de paz y efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, que sacaron el cadáver del agua. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense donde se le efectuará la autopsia. La hipótesis es que el hombre cayó al mar y murió ahogado.