Hasta catorce bomberos trabajaron durante más de una hora y media para liberar de entre los hierros a los dos conductores atrapados.

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JAVIER JIMÉNEZ

Los bomberos de Palma fueron informados a las 6'52 horas del accidente en Els Hostalots y cuando se tuvo noticias de la gravedad de la colisión acudieron hasta el kilómetro 11 un total de catorce bomberos. Los dos conductores estaban atrapados entre los hierros de sus respectivos vehículos, mientras que los dos ocupantes de la furgoneta Ford Transit habían podido salir por su propio pie. El drama se concentró en el Citroën Xsara, donde Francisco Javier Llinás, su único ocupante, yacía inerte, junto al volante.

En los asientos traseros los bomberos repararon en dos sillitas de bebés, vacías. El servicio de emergencia del 112 envió hasta esa carretera a un psicólogo para atender a los familiares del fallecido, que empezaban a llegar. Se vivieron escenas muy crudas y al final, tras más de una hora y media de trabajo, los bomberos consiguieron liberar el cadáver atrapado. El otro conductor, Lucas B.P., tuvo más suerte.

Sobrevivió al impacto, y una ambulancia lo evacuó hasta el hospital de Son Llàtzer, en estado grave. Desde el juzgado de guardia confirmaron que el joven iba bajo los efectos del alcohol. Los tres ocupantes de la furgoneta tienen edades comprendidas entre los 19 y los 21 años y la Guardia Civil investiga si volvían de una fiesta cuando invadieron el carril contrario y acabaron con la vida de Francisco Javier Llinás.