El hallazgo del cadáver momificado se produjo hace un mes, en una travesía de la calle Olmos.

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JAVIER JIMÉNEZ
El titular del Juzgado de Instrucción Número 10 de Palma ha autorizado la exhumación del cadáver de la madre del hombre que pasó ocho años muerto en un piso de Palma.

La Policía científica había solicitado una prueba del ADN con algún familiar directo de Pedro Belmonte, que es la supuesta identidad de aquel cadáver momificado que apareció en la calle Francesc de Borja Moll, una travesía de la calle Olmos. Ahora, el juez ha permitido la exhumación del cuerpo de la madre de Belmonte, que está enterrado en el cementerio de Palma desde 1999, el mismo año que murió su hijo. En el nicho hay otro familiar, pero no hay peligro de que los restos óseos estén mezclados, tal y como sucede con las tumbas con fallecidos desde hace muchos años, porque el ataúd de la mujer está encima y presumiblemente en buen estado.

La prueba pericial la llevará a cabo una comisión judicial compuesta por efectivos de la Policía Científica, funcionarios del juzgado y un médico forense. Los expertos extraerán muestras de cuerpo de la mujer y compararán esos datos genéticos con los del cadáver de Borja Moll. Si dan positivo no habrá duda de que el cadáver comido por las ratas pertenecía a Pedro Belmonte. Una familiar lejana ha solicitado la herencia y por este motivo es imprescindible que el ADN confirme la identidad. La fecha prevista para la exhumación se ha fijado en unas dos semanas y la familiar, que reside en Sanceloni (Barcelona), ya ha sido informada por el juzgado.