Las llamas comenzaron de madrugada y en una nave había importantes piezas de arte almacenadas. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
La víspera de los 'foguerons' adquirió dimensiones dramáticas en Son Fuster. Minutos después de las tres de la madrugada un vecino de la calle Aragón, vecino del edificio Flex, dio la voz de alarma. Tres naves utilizadas para almacenar material de la Conselleria d'Educació i Cultura, que recientemente habían sido vendidas al Ayuntamiento y luego a un particular, quedaron devastadas por un incendio que podría ser intencionado. Hasta 35 bomberos se turnaron de noche y por la mañana para sofocar por completo el siniestro, que calcinó archivos y piezas importantes del Museu de Mallorca. Desde el Govern balear quisieron restar importancia al interés patrimonial del material devastado, pero otras fuentes apuntaron a que se está realizando un inventario para conocer el alcance real del siniestro y existe gran preocupación. Los vecinos de Son Fuster vivieron una noche complicada, ya que las columnas de humo se dirigieron a varios edificios y zonas habitadas y provocaron la alarma. La primera hipótesis es la de un incendio intencionado, pero tampoco se descarta un cortocircuito porque la instalación eléctrica era antigua. Los bomberos también están investigando si las tres naves arrasadas cumplían con la normativa antiincendios, ya que en una primera inspección no se detectaron ni extintores ni aspersores de riego. El interior de los tres recintos, de unos mil metros cuadrados de superficie, quedaron completamente arrasados, lo que está dificultando la investigación y el inventario del material quemado.