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La destitución del jefe de la Patrulla verde va adquiriendo cada día dimensiones de escándalo entre el colectivo de la Policía Local de Palma, mientras que a nivel oficial se trata de mantener el tipo y se repite que el oficial «actuó de manera incorrecta, por lo que no hay mucho más que decir sobre este asunto». Pero de puertas para adentro hay intranquilidad. Lo último, que no ha sido confirmado de manera oficial pero sí por fuentes muy cercanas a Cort, es que Urbanisme ha recibido dos escritos. Uno es una propuesta de sanción para el propietario de la vivienda de la calle Mussol, que el jueves de la semana pasada impidió que un celador municipal pudiera comprobar si se había producido una infracción urbanística. El otro escrito haría referencia a la propia infracción en sí, el acristalamiento de una terraza que altera la fachada del edificio, y que se hizo sin la preceptiva licencia. A partir de ahora, pues, Urbanisme podría, o debería de actuar en este asunto, y de la decisión que se adopte están pendientes muchos integrantes del colectivo de la Policía Local, debido a que la visita del celador fue la que derivó un día después en la destitución del jefe de la Patrulla Verde. También, existe preocupación debido a que el sancionado ha dejado entrever que llevará el conflicto a los tribunales de Justicia. Al respecto, los expertos en estos temas que han sido consultados aseguran que el traslado de unidad del policía, sin que ni tan siquiera se le hubiera abierto aún un expediente, es un caso claro de sanción encubierta y, por lo tanto, «lo más seguro es que los jueces den la razón al oficial».