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EFE-MOSCÚ
Cuarenta y cinco mujeres murieron ayer y una decena resultaron heridas en un incendio en el hospital de tratamiento de drogadictos número 17 en la capital rusa. El siniestro se produjo alrededor de la 01.40 hora local en la segunda planta de un hospital situado al sudoeste de Moscú y la Fiscalía no descarta la posibilidad de que el fuego haya sido provocado de manera intencionada. El portavoz de Emergencia subrayó que los bomberos y los equipos de socorro se presentaron en el lugar del incendio seis minutos después de recibir la señal de alarma, que se produjo a las 01.42 hora local.

Agregó que todas las víctimas mortales eran mujeres que padecían drogadicción y que se encontraban encerradas en habitaciones con ventanas enrejadas, lo que dificultó la labor de los bomberos. La mayoría de ellas, según el portavoz, murió de asfixia por la combustión de los materiales plásticos que recubrían las puertas desde el interior de las habitaciones.

Más tarde, las autoridades precisaron que entre las víctimas se encontraban dos mujeres miembros del personal del establecimiento médico. De acuerdo con el informe de los bomberos, la superficie afectada por el incendio no superó los 25 metros cuadrados.

«Las causas del siniestro se están investigando, pero lo que se puede decir ya es que las acciones del personal (del hospital) fueron insuficientes», declaró Víctor Klimkin, inspector jefe del servicio de bomberos de Moscú.

Según fuentes de la Fiscalía, si bien las rejas de las ventanas podían ser abiertas el personal del hospital no consiguió hacerlo oportunamente, lo que hubiera permitido la rápida evacuación de las pacientes, habida cuenta de que el fuego se produjo en la segunda planta.