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EFE-JERUSALEN
Unos 2.000 agentes, entre policías de uniforme y de paisano, policía montada y guarda-fronteras, buscan en la zona de Tel Aviv a un violador en serie condenado a 35 años de cárcel y que consiguió escapar el pasado viernes gracias a una estratagema. Benny Sela, que cumplía condena por 14 delitos de violación, abusos sexuales y sodomía, escapó cuando era llevado a una corte judicial para una cita ficticia. El comandante del distrito de Tel Aviv ha reconocido que la fuga se ha debido a un «error grave» y el ministro de Seguridad Interior, Avi Dichter, ha ordenado una investigación externa, anulando una decisión del jefe de la policía, Moshe Karadi, que había formado a su vez una comisión interna. Sela consiguió que lo sacaran de la cárcel tras presentar ante las autoridades penitenciarias una citación de un tribunal que fue dada por buena, pese a que su expediente está cerrado y a que el juzgado en cuestión no funciona los viernes, como casi todas los organismos públicos, por ser víspera de Shabat. La fuga se produjo cuando el furgón, en el que Sela viajaba con otro preso, se detuvo en el patio del edificio de un tribunal. Dando muestras de gran agilidad, el violador logró entonces escapar, logrando saltar un muro de 2,30 metros coronado con alambres de púas, pese a que iba esposado y a que tiene una estatura de 1,65 metros. Desde entonces la policía ha seguido sin éxito el rastro del huido.