Curiosamente, en aquella ocasión ya fueron interceptados en las proximidades del Hotel Fiesta Jungla, en la calle Galeón de Magaluf, justo donde ahora han vuelto a ser localizados. El cabecilla de la red es Christopher D. y todos los hampones sufren una fuerte adicción a las sustancias estupefacientes. Su forma habitual de trabajar era la siguiente: se colaban en hoteles de la zona, mezclándose entre turistas. Subían a las habitaciones y llamaban a la puerta. Si nadie les contestaba significaba que el cuarto estaba vacía, por lo que sacaban un plástico o una tarjeta y abrían habilidosamente. Una vez en el interior tenían dos preferencias: tarjetas de crédito y dinero en efectivo. Las tarjetas eran especialmente interesantes para ellos, ya que dada su condición de británicos simulaban en las tiendas ser los titulares y haber olvidado el pasaporte. En la mayoría de las ocasiones la estratagema colaba y realizaban compras por importes muy elevados.
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