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MICHELS
Es una tranquila mañana en el Club Europa, un complejo hotelero de Peguera. Cerca de 400 turistas alemanes y franceses toman el sol plácidamente junto a las piscinas. Sin embargo, de repente suena la alarma. La causa: un escape de productos químicos en una sala del hotel, que además ha provocado un herido. Este era el supuesto con el que trabajaron los Bombers de Mallorca esta semana para realizar un simulacro de incendio.

La maniobra duró unos 25 minutos y comenzó con la llegada de hasta cuatro vehículos de Santa Ponça. Una vez en el lugar, los propios empleados del establecimiento y los turistas comenzaron a salir ordenadamente de las instalaciones. Uno de los riesgos eran las propias piscinas, donde se temía que hubiese algún residuo químico. Ya en la calle, la policía local cortaba el tráfico para facilitar la labor de los bomberos.

Mientras varios hombres comprobaban que nadie quedara rezagado, otro equipo se dirigía a la habitación donde había comenzado todo. Allí, tras arrojar agua sobre la puerta, varios hombres equipados con unos aparatosos equipos especiales contra productos químicos entraban y rescataban al herido, que era subido a una camilla.